Resulta extraño el nivel de motivacion que uno alcanza preparando una Maraton de 42 kilometros.No importa levantarse temprano y salir a las 6 AM a entrenar, con frio, lluvia o como sea.Sino se puede, entonces terminar de noche y agotado.
No importa. Se disfruta. No es sacrificio, sino placer.Placer de poder mas, placer de fondista.
Zafe de casualidad de no desgarrarme el isquiotibial por hacerme el guapo haciendo pasadas juveniles en la pista.
Restan 28 dias, a sumar kilometros y meterle algo de velocidad o ritmo de carrera, a preparar la cabeza como corresponde.
El cuerpo se va dando cuenta que algo se le viene.Las sensaciones entrenamiento son distintas, el reloj corporal ya comenzo su cuenta regresiva, sin siquiera prenderlo.
Va a ser interesante verme en esta distancia despues de que mi ultima Maraton la termine en el 2004.Por primera vez en Buenos Aires, con una cantidad de competidores enorme.
Un nuevo objetivo, vitamina que motiva.
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